Salsa Holandesa

La salsa holandesa es una salsa emulsionada caliente que se originó en Francia en el siglo XVII y que ha sido popular en la cocina europea desde entonces. Esta salsa es una variante de la clásica salsa madre llamada "salsa holandesa blanca", que se elabora con una mezcla de yemas de huevo, mantequilla clarificada y jugo de limón. La salsa holandesa es suave, cremosa y de sabor delicado, lo que la convierte en una excelente opción para acompañar una gran variedad de platos, desde huevos benedictinos hasta verduras asadas y pescados. Si deseas agregar un toque elegante a tus platos, la salsa holandesa es una excelente opción. Aquí te comparto una receta para que puedas hacerla fácilmente en casa.

Tipo: Salsa

Cocina: Francesa

Tiempo de preparación: PT10M

Ingredientes de la receta:

• 3 yemas de huevo
• 225 g de mantequilla sin sal, clarificada y caliente
• 1 cucharada de zumo de limón
• 1 pizca de sal
• Pimienta negra recién molida, al gusto

Instrucciones de la receta:

Paso 1:

• En un tazón mediano, bate las yemas de huevo con el zumo de limón y la sal hasta que estén bien mezclados.

Paso 2:

• Coloca el tazón en un baño María a fuego medio-bajo (asegúrate de que el agua no toque la base del tazón) y bate continuamente la mezcla de huevo hasta que se espese y doble en volumen, lo que debería tomar unos 3-4 minutos.

Paso 3:

• Retira el tazón del baño María y, poco a poco, vierte la mantequilla clarificada caliente sobre las yemas de huevo mientras sigues batiendo vigorosamente hasta que la salsa se emulsione y quede suave y sedosa.

Paso 4:

• Ajusta el sabor de la salsa holandesa con una pizca de sal y pimienta negra recién molida, y bate un poco más para incorporar los condimentos.

Paso 5:

• Sirve la salsa holandesa caliente inmediatamente, preferiblemente sobre huevos benedictinos, verduras asadas o pescado.